mar
05 may
2009

Ortega y Gasset

El tema de nuestro tiempo: “la doctrina del punto de vista”

El tema de nuestro tiempo: “la doctrina del punto de vista

La cultura se contrapone a la vida, lo cual no quiere decir que sea la vida anticultural. Se necesitan. Siempre se ha dicho que la vida necesita de la cultura. La cultura también necesita de la vida. Hay que hacer por lo tanto una síntesis del culturalismo y el vitalismo.

El racionalismo le quitaba importancia a la vida. El relativismo da prioridad a ésta frente a la objetividad de la razón. Nuestro tiempo ve las cosas en su sentido amplio. Ni se puede negar la existencia de la verdad, la justicia o la belleza, ni se puede negar que necesitan de la vitalidad.

En el conocimiento, que es la adquisición de verdades, se muestra lo que hay más allá del sujeto (el universo trascendente). Las verdades del conocimiento son eternas. El racionalismo, por ello, afirma que el sujeto no añade nada al objeto, es transparente. En definitiva, niega la vitalidad y se olvida de que somos seres históricos (frutos de la historia), ya que la vida es cambio y desarrollo, es decir, historia.

La respuesta del relativismo es que el conocimiento es imposible, no hay una realidad trascendente ya que el sujeto deforma siempre la realidad. Todo es subjetivo.

Pero el sujeto no es un “yo puro”, transparente, ni su recepción de la realidad produce deformaciones. En verdad, el sujeto no es neutral –frente a lo que piensan los racionalistas-, aunque tampoco deforma –frente a lo que piensan los relativistas-. El sujeto lo que hace es seleccionar, ni copiar la realidad ni transformarla. La estructura vital hace que estemos preparados para comprender ciertos aspectos de la realidad y no lo estemos para otros. Cada época está preparada para unas. Como para dos personas que miran el mismo paisaje y cada uno se centra en algo diferente. No hay un paisaje real y todos lo son. La realidad siempre va a ser vista desde una perspectiva. Es absurdo pensar en una realidad que se vea igual desde cualquier perspectiva (la objetividad racionalista). No hay punto de vista absoluto, como pretendía el racionalista Spinoza.

Para los racionalistas la subjetividad era un estorbo. Hoy sabemos que se pueden ver dos cosas diferentes (tener dos perspectivas) y que sean verdaderas las dos. Las distintas perspectivas se complementan.

Cada vida es un punto de vista sobre el universo. Y cada uno –cada sujeto, pueblo, época, etc.- tienen su porción de verdad insustituible e imprescindible. La verdad absoluta, independiente de perspectivas, es la perspectiva falsa. La verdad se consigue uniendo todas las perspectivas, Dios mismo es también un punto de vista que, al estar en todas partes, disfruta de todas las perspectivas. Dios lo ve todo a través de los hombres. Dios es la vitalidad que hay en todos y que da vida a través de nosotros a la naturaleza.

Resumen de el tema de nuestro tiempo

Historicismo: la vida es un hacerse, cambio, historia. El hombre no es naturaleza (algo estático y acabado) sino historia. Y vivimos en un determinado momento histórico, en un tiempo. Y cada tiempo tiene una tarea, una misión futura. La tarea de nuestro tiempo es superar la separación entre cultura y vida.

En un tiempo coexisten generaciones con visiones distintas y, por eso, hay cambio, ya que cada generación tiene su misión.

En nuestro tiempo se da el fenómeno de las masas. También hay élites. Las masas deben seguir a las élites. Esto no se ha dado en la España de nuestro tiempo y de ahí la desmoralización y la no europeización de España. Las masas se rebelan y no siguen a las élites. Es la España invertebrada.

El Perspectivismo lo desarrolla en El tema de nuestro tiempo: es una teoría del cono­cimiento de la realidad: no hay un solo punto de vista absoluto sobre la realidad, sino diversas perspectivas complementarias:

El YO es un punto de vista que selecciona las impresiones. Hay tantas perspecti­vas como individuos (en cada una de ellas entra la vida de cada cual, la imaginación, sensibilidad, razón, deseos, circunstancias...). La razón del hombre debe dominar la circunstancia que su perspectiva le ofrece y así humanizaría: es una razón vital, no opuesta a la vida.El punto dc vista individual es el único punto de vista desde el cual puede mirarse el mundo en su verdad. La realidad aparece a cada uno según la perspectiva ocupada por él.Ocurre como en un paisaje: lo veremos según el lugar en que nos situemos para contemplarlo. Nadie puede captar el paisaje en su totalidad: las perspectivas, los dis­tintos puntos de vista son infinitos, y cada uno contempla la realidad que le ha tocado vivir.Por eso cada uno tiene la misión de buscar la verdad. Nadie tiene toda la verdad, pero cada cual aplica la razón a la vida y entonces se van uniendo las distintas visiones particulares en una visión global, en una verdad, que se articula componiendo el gran cuerpo de la verdad total.